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Protege tu planta fotovoltaica de la corrosión y asegura su durabilidad a largo plazo

Por Valeria Alvarado Publicado el 18/12/2024

Ahorrar en costos estructurales puede tener un impacto significativo en la vida útil de las plantas solares. Uno de los problemas más subestimados es la corrosión del suelo, que afecta directamente bases, soportes y cableado, comprometiendo la eficiencia y rentabilidad del proyecto.

¿Cómo afecta la corrosión tu planta fotovoltaica?

  • Bases: Pérdida de estabilidad y desalineación de los paneles solares.
    La corrosión debilita las bases, provocando inclinaciones que reducen la eficiencia energética y generan riesgos estructurales.
  • Cableado: Cortocircuitos por daño en el aislamiento, aumentando pérdidas energéticas.
    El deterioro del aislamiento puede provocar fallos eléctricos, reduciendo la producción y aumentando los costos de reparación.
  • Soportes: Tornillos corroídos reducen la firmeza estructural, afectando la captación solar.
    La pérdida de firmeza debilita la estructura, poniendo en peligro la alineación de los paneles solares.

¿Cuáles son las consecuencias en la operación?

  • Menor captación de radiación solar:
    Paneles mal alineados reducen significativamente la eficiencia de generación energética.
  • Aumento de costos de mantenimiento:
    Reparar daños recurrentes derivados de la corrosión incrementa los gastos operativos.
  • Reducción significativa en la vida útil de la planta:
    Los efectos acumulativos de la corrosión pueden acortar la funcionalidad de la planta, afectando su rentabilidad.

¿Cómo prevenir la corrosión?

  1. Materiales adecuados: Usa acero galvanizado o inoxidable.
    Estos materiales son más resistentes a la corrosión, especialmente en ambientes húmedos o con alta salinidad.
  2. Recubrimientos protectores: Aplica pinturas epoxi o protección catódica.
    Estos recubrimientos forman una barrera contra agentes corrosivos, prolongando la vida útil de la estructura.
  3. Diseño estratégico: Eleva las bases y analiza las características del suelo.
    Evitar el contacto directo con el suelo minimiza la exposición a elementos que aceleran la corrosión.
  4. Monitoreo constante: Inspecciona bases, conexiones y utiliza sensores de humedad.
    El monitoreo permite identificar problemas tempranamente y actuar antes de que los daños sean irreversibles.

La prevención garantiza el éxito

Abordar la corrosión desde el inicio asegura mayor durabilidad y rendimiento en tu planta solar. Incluso terrenos considerados seguros pueden presentar problemas de corrosión en poco tiempo.

Protege tu inversión y apuesta por un futuro energético sostenible y rentable. 🌞

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